¡No se dice piedra! ¡Se dice roca
o mineral! O mejor aún, rock or mineral. Así de interesante empezó nuestra
excursión con los alumnos de 1º de E.S.O a Tamajón (Guadalajara).
El viaje era
largo, pero lo que allí veríamos merecería mucho la pena.
Partimos desde bien tempranito
con al autobús hacia ese pueblo alcarreño, viaje que nos llevó algo más de una hora.
Por el camino ya fuimos aprendiendo las diferencias entre rocas y minerales
para poder identificar todas las que viésemos en el campo.
Cuando llegamos lo primero que
hicimos fue retroceder 400 millones de años en el tiempo donde observamos los
materiales más antiguos del lugar: las pizarras.
Después, retrocedimos hasta hace
100 millones de años para ver las areniscas y los conglomerados del
Cretácico.
Seguimos andando por la senda de
las piedras cuando de repente realizamos otro nuevo descubrimiento: ¡Profe un
fósil¡ dijo el alumno inquieto. Tenía razón. Habíamos encontrado fósiles, en
concreto erizos de un antiguo mar que allí estuvo hace 90 millones de años.
Se nos echaba el tiempo encima
pero nos faltaba por ver un karst. ¿Un qué? Preguntó de nuevo el alumno
inquieto. ¡Un karst!: cuevas labradas en piedra caliza por el tiempo y el agua.
Allí decidimos acabar nuestro viaje, no sin antes hacernos una foto de equipo
para recordar nuestro recorrido por el pasado geológico del jardín de piedras.
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